Cosas que estropean una historia

¡Hola a todos!

Esta semana me he pasado poquito por el blog porque ya sabéis, exámenes... ¿cómo no? Tranquilos que cuando llegue el fin de semana ya me tendréis comentando por vuestros blogs pero de momento... os dejo con esta entrada.

Bueno, la entrada de hoy es una de esas que quería hacer hace tiempo y es sobre las cosas que, muchas veces, consiguen aguarme un libro, un manga, una serie, una película... Vamos, detalles que parecen insignificantes pero que muchas veces consiguen que odie una historia.

(escenificación de mi cara)

¡Allá vamos!

1. Siempre lo mismo...

Esta es la más común y pasa en prácticamente todas partes. Nos venden una y otra vez la misma historia, predecible, a veces hasta un calco de otras que ya han salido antes y lo peor de todo es que la gente las sigue comprando y por eso muchos autores ni se esfuerzan en ser originales. ¿Para qué si pueden vendernos una historia poco original y les pagarán igual?

En cuanto a ejemplos, en libros diría Night School, que tiene todos los tópicos: triángulo amoroso, la mala malísima que se mete con la prota, un misterio sin resolver, etc,  o cualquier libro que haya salido de las modas vampíricas, distópicas o eróticas que no se moleste en innovar (quien diga de No te escondo nada no es 50 sombras con algunos cambios, miente).

Y en anime, destaco el caso de Sukitte ii na yo, que es prácticamente una copia de Kimi ni todoke, y además, predecible hasta las trancas...

2. Personajes que cabrean

Y no me refiero a personajes que caen mal porque tengan que caer mal, sino a personajes que los autores quieren que caigan bien, o que nos identifiquemos con ellos, y es todo lo contrario: los odias, no los soportas y cada vez que salen te dan ganas de entrar en la historia y pegarle una paliza con lo primero que encuentres a mano.

Algunos ejemplos serían Elena de Crónicas Vampíricas (no la de la serie, la de los libros) que con su actitud egocéntrica y mojigata acabé con ganas de tirarme por la ventana, o Bella de Crepúsculo, de la cual no hace falta decir mucho, porque todos sabemos cómo se las gasta. Y ya ni hablemos de Travis y Abby de Maravilloso desastre... eso ya es el colmo de los colmos.

3. Romance hasta en la sopa

Con esto no me refiero a que no me gusten los libros de amor. Lo que me fastidia es cuando parece que el introducir una historia romántica es una obligación para que un libro valga la pena y lo meten como sea, incluso aunque no pegue, o cuando en una historia de acción o fantasía el amor tiene excesivo protagonismo y cada vez que aparece ralentiza la trama.

Eso me pasó en Memorias de Idhún, que la historia romántica me aburría soberanamente y cada vez que salía me ponía de los nervios. Y, mal que me pese, eso me pasó en el último libro de Cazadores de Sombras: Ciudad de las almas perdidas, que me pareció mucho beso y arrumacos, y poca trama...

4. Sobeteo y demás

Pufff... esto es pura y exclusivamente de manga. Muchos son los mangas en los que los tíos sobetean a las tías en contra de su voluntad (y a veces hasta van más allá -_-'), pero lo que realmente me cabrea de estos mangas son ellas, porque siempre dicen que no pero en realidad les gusta o_O O sea que el ideal de las japonesas es ir en tren y que las manoseen. ¡Agh! Vale, creo que ya lo he dicho todo.

Ejemplos tenemos en Royal seventeen, casi todas las obras de Shinjo, algunas de Kanan Minami, Mi triple primer amor...

5. Secuelas innecesarias

Que hoy en día están de moda las sagas es algo sabido por todos, pero eso no quita que esas secuelas sean innecesarias. Ya no solo porque muchas veces estropean la historia, sino porque muchas veces parten de una historia que como mucho se puede considerar pasable, pero que la historia es demasiado mediocre para estirarla indefinidamente.

Casos como Crepúsculo, Crónicas Vampíricas, o las segundas partes de Disney, las series de TV que se alargan indefinidamente (snif, snif, me acabo de enterar que The Following tendrá 3a temporada. ¿Por quéeeeeee?)...

6. Relleno por aquí, relleno por allá

Yo es que el relleno no puedo con él. Me pasa sobre todo en historias de humor, donde no sabes exactamente qué es relleno y que es una historieta más. A mí la verdad es que me pone de los nervios cuando la trama no avanza, me aburro en seguida y por eso series como Yamato Nadeshiko Shichi Henge, To Love Ru o Elementary no consiguen engancharme. ¡Lo veo casi todo relleno!

7. Noooo taaaaan leeeentoooo, poooor faaaavoooor

Me desespero. Definitivamente, para mí el ritmo es algo importante y cuando es lento, me cuesta que me guste algo. No digo que todas las historias que avancen lentamente no me gusten, pero sí os digo que si se me hacen pesadas, es imposible que me guste al 100%. Eso me ha pasado con muchísimos clásicos (Lolita, Madame Bovary, La metamorfosis...) que si bien sus historias son interesantes, no disfruté leyéndolos.

 Pero cuando realmente me repatea es cuando la historia es una basura poco original y encima pesado de leer. ¡Ahí ya sí que no puedo! Como Crónicas Vampíricas: Damon o Annabel.


8. Y la más peligrosa: las expectativas

Definitivamente, esta es la peor de todas. Cuando vas con la idea de que te va a encantar una historia y sin embargo o no te gusta nada, o te decepciona porque ni de lejos es tan buena como creías. Esto pasa con las historias populares, esas a las que a todo el mundo le encantan y a ti como mucho se queda en entretenida, pero que seguro que no habrías sentido esa decepción de no haber pensado que, como a todo el mundo, a ti también te encantaría.

Libros como Temblor, animes como Sword Art Online o películas como Avatar, a mí se me quedaron en simplemente entretenidos, pero la culpa de mi decepción fueron las expectativas. Creo que lo mejor es ir con las expectativas bajas porque, en el peor de los casos, no te gustará y no te llevarás una decepción, y en el mejor, te sorprenderá para bien.

Y esto es todo por hoy.

¿Qué opináis vosotros? ¿Coincidimos o diferimos en algún punto? ¿Qué tipo de cosas os estropean una historia?