Historia de un Vecindario

Nombre Original:  Gokinjo Monogatari
Autora: Ai Yazawa
Año: 1995-1997
Revista Original: Ribbon Magazine
Editorial: Planeta de Agostini (Planeta Cómic)
Tomos: 4 (edición kanzenban)/ 7 (edición tankoubon)
Demografía: Shojo
Género: Escolar, Comedia, Moda, Romance


SINOPIS: Mikako Kouda ha empezado a estudiar diseño de modas en Yazagaku, una escuela de secundaria especializada en artes. Tiene todo su empeño puesto en convertirse en una diseñadora de éxito con la marca que ha creado, Happy Berry. Los padres de Mikako están separados y a ella le cuesta creer en el amor. Tsutomu Yamaguchi es su vecino de siempre, un aspirante a fotógrafo que va a su misma escuela y se resiste a asumir que su amiga de toda la vida es la persona que ocupa su corazón. De hecho, al comenzar la historia él está saliendo con otra chica, y a Mikako le hierve la sangre cada vez que los ve juntos. (GoodReads)

OPINIÓN(sin spoilers):

Sabéis que Nana y Paradise Kiss son dos de mis mangas favoritos y Last quarter y Tempestad color cereza también me gustaron así que tenía claro que quería leerme todas las obras de esta mangaka: Ai Yazawa. Como no me gusta leer muy seguido de una misma autora, para evitar comparar, las dos que me quedaban por leer las fui atrasando hasta que llegara el momento apropiado.

Las comparaciones son odiosas pero a veces inevitables y, si se han leído antes las dos obras magnas de Yazawa, Historia de un vecindario se presenta como un manga más imperfecto y menos pulido que ParaKiss o Nana. Tiene cosas como la errática relación entre los padres de Mikako (que evoluciona de manera algo aleatoria y poco coherente con las explicaciones que da la autora sobre ella) o la forma de desaprovechar algunos secundarios como Pii, Shintaro o Jiro, que terminan siendo más alivios cómicos que podrían haber dado más juego, o la sensación que deja de que podría haberse profundizado en algunas relaciones (como la amistad entre Mikako y Risa o entre Tsutomu y Tashiro)... todo ello evidencia que Yazawa aún estaba a años luz de acercarse al tipo de obras más profundas y completas que posteriormente publicaría. 

No obstante, tiene detalles que hacen que destaque por encima de otras obras. Como el hecho de que no se idealice la personalidad de los personajes, concretamente de los protagonistas. ¿Cuántas veces nos ha puesto de los nervios que una protagonista sea celosa o demasiado dependiente de su relación? Cuando vemos personajes así en manga se tiende a justificar ese tipo de comportamiento, por ser "la protagonista" mientras que aquí la autora evidencia los defectos de Mikako e incluso ella misma es consciente de su carácter retorcido en algunas ocasiones y de su excesiva dependencia hacia Tsutomu. No sólo eso sino que intenta cambiar esas partes de su personalidad porque sabe que no le traerán nada bueno.

Otra parte en la que el manga brilla es en algo que a Yazawa se le da muy bien. Todo el tema de la madurez, de afrontar el futuro, de tener una meta y ser consecuente con las decisiones que se han de tomar para alcanzarla, encontrar el equilibrio entre las relaciones personales y nuestros sueños... es difícil no conectar con el manga en ese sentido porque todxs hemos pasado alguna vez por una etapa así.

El dibujo es algo más antiguo que en sus obras más recientes pero también muy bonito, especialmente en la ropa. Eso sí, no he podido evitar encontrar numerosos parecidos entre el diseño de estos personajes y los de otras obras (Takeshi y Risa son Nana y Ren, Tashiro es igualito que Takumi...).

El final es igual de buenrollero que el resto de la historia pero lo que más me gustó fue encontrarme a Miwako, Arashi y Hiroyuki ya que, si recordáis, ParaKiss es una precuela de este manga.
 

La edición está bastante bien porque no es cara para ser una kanzenban (es prácticamente lo que cuestan muchos tomos de ahora que son de tamaño normal) e incluye muchas ilustraciones a color.

 Así pues, Historia de un vecindario es un manga que garantiza entretenimiento y risas en grandes cantidades y que, en comparación con otras obras de Yazawa, tiene muchos aspectos que podrían haberse pulido más, pero que deja un buen sabor de boca gracias que no idealiza a los protagonistas y que plantea más de una reflexión interesante.

Lo recomiendo para la gente que disfrute con las comedias escolares pero también para los que conectáis con este tipo de historias, que giran en torno a las decisiones que tenemos que tomar sobre nuestro futuro en el camino a convertirse en adulto.

Nota: 7/10