miércoles, 5 de junio de 2024

5 razones para leer Sigue Adelante

 ¡Muy buenas!

Resucito este espacio para hablaros de uno de los últimos mangas que me ha enganchado cosa mala. Sabéis que suelo esperar a tener todos los tomos para leerme las colecciones de golpe, pero el pasado Día del Libro me di el capricho, conseguí todos los tomos publicados de 'Sigue adelante' y terminé devorándolos uno tras otro. Es un manga que está pasando desapercibido, así que hoy vengo a contaros todo lo que me ha gustado de él en lo que llevo leído.

Título en español: Sigue adelante

Título Original: Aruitou
Autora: Nagamu Nanaji
Año: 2011-2015
Revista Original: Margaret
Editorial: Distrito Manga
Tomos: 11 (en España vamos por el tomo 8)
Género: Coming of age, Romance, Psicológico, Humor meta
Demografía: Shojo
Esta opinión se basa en los primeros 7 tomos de la obra


Sinopsis:

Kuko es una estudiante de secundaria que siempre tiene una sonrisa radiante en el rostro. No obstante, detrás de ese aparente buen humor se oculta una especie de vacío… Aun así, la llegada al barrio de un chico más perspicaz que los demás podría poner patas arriba su día a día.

 

1. Nos presenta una historia de corte más psicológico:

El primer punto es para mí una de las principales virtudes de este manga, y es que tira mucho hacia la introspección para ir llegando poco a poco a que comprendamos por qué la protagonista es como es. Sí, tenemos un romance pero lo más importante aquí es retratar cuál es el drama de cada uno y qué pueden hacer para cambiar (o no) aquello que arrastran tras de sí.

Kuko en apariencia es todo sonrisas, pero con la adolescencia le llega también ese momento de cambio y de plantearse actitudes que arrastra casi por inercia. ¿Qué es mejor, poner al mal tiempo buena cara, ignorando el dolor que te está carcomiendo por dentro, o dejarte arrastrar por el mismo aunque eso te haga caer en una espiral de la que puede que nunca salgas? Esas son las dudas que se va planteando la protagonista e iremos acompañándola en su camino a averiguar cómo quiere ser.

Yo os confieso que llevaba desde 'Érase una vez nosotros' deseando volver a leer un shojo de ese estilo (salvando las distancias, porque son obras muy diferentes), en el sentido de que nos presentan personajes imperfectos, que pueden incluso tener comportamientos tóxicos y hagan daño a otras personas con sus errores. Porque creo que es fácil verse reflejada en ese momento de la vida en el que todavía estás formando tu personalidad y más de una vez actuamos por egoísmo, hasta que vamos aprendiendo qué es lo que queremos y cómo no siempre tenemos razón.

2. Pero también hay espacio para el humor, lleno de referencias shojeras:

 Aunque lo que os acabo de contar suene a drama densito, la historia nos es para nada una tragedia y tiene al mejor alivio cómico en Ibu, las estupendísima secundaria que no para de hacer metarreferencias al shojo. Aparte de citarte títulos de la propia autora (consagrada en la demografía gracias a 'Parfait tic'), la chica está constantemente comentando el desarrollo de los acontecimientos comparándolo con tópicos del shojo.

 

Si sois lectoras asiduas de la demografía, es imposible no reconocer esquemas clásicos como el de los tipos de protagonista o la resolución de los triángulos amorosos, y cada vez que salía me reía a gusto. Además, eso añade cierta intriga al asunto porque te hace dudar de si al final la trama amorosa se desarrollará como ella dice o la autora nos sorprenderá.

3. El dibujazo de Nagamu Nanaji: 

Sabéis que una de las cosas que más disfruto (y que no se reconoce lo suficiente) de las obras centradas más en los sentimientos es la capacidad que tienen las autoras para reflejar las emociones de los personajes. Es cierto que aquí hay muuuuucho monólogo interno, pero eso no quita que el apartado gráfico no brille también por su fuerza expresiva.

Puede que el trazo de Nanaji no sea tan vistoso como otras autoras que destacan más a simple vista (como podría ser Io Sakisaka o Aya Kanno), pero esta mangaka sabe cómo componer las viñetas para que los sentimientos de los protagonistas te golpeen visualmente. Especial mención a las escenas que reflejan la frustración de los personajes en esas horas más oscuras.

4. Nos lleva fuera del instituto:

 Parece que no, pero una de las partes más refrescantes de esta obra es que no nos lleva de vuelta al instituto. Kuko todavía es estudiante pero, como el resto de personajes van a otros centros y la conocen por ser del barrio, no tenemos el instituto como escenario y no entramos en las dinámicas habituales de las obras que sí lo tienen como telón de fondo (no lo digo por denostarlas, ya que me gusta leer mangas sobre eso, pero también se agradece tener más variedad en ese sentido).

5. Nos habla de la creatividad: 


Y ya metiéndonos en un terreno muy personal, no puedo evitar que me pirren las obras sobre lo que es el proceso creativo (cof, cof, 'Susurros del corazón') y por eso me encanta que uno de los puntos importantes sea la forma en que más de un personaje se expresa a través del arte: Kuko con las fotos, Ou mediante la pintura, Sazuku y la música... Cómo es algo que te da mucha felicidad y a la vez puede llevarte por el camino de la amargura, cuando no logras encontrar la inspiración y te autoboicoteas.

Bola extra: tremendas portadas

No me escondo, y reconozco que me acerqué a esta obra porque las portadas me llamaban la atención.  Tal vez más de un@ considere que no son especialmente llamativas o que no adelantan demasiado de qué va la obra, pero yo no me canso de mirarlas, por sus colorinchis y sus detallitos en la contraportada, al estilo patchwork. Os dejo con ellas:



(Los detallitos de las contraportadas)


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